Después de dos décadas sin pisar los escenarios de la capital
del Estado, y de casi 25 años que los vi por primera vez junto a Extreme, pudimos
vivir una noche de intenso R&R con a una de las bandas más veteranas del
género, Aerosmith. Venían bien perpetrados por dos grupos que pusieron bien
calentito el cotarro antes de que saltaran a escena los de Boston, Eclipse y
Alter Bridge. Después de recorrer una extensa cola en sentido contrario a la
entrada para ponernos al final de la misma, pensábamos que aquello se iba a
eternizar y que no llegaríamos para ver el principio de los suecos. La cuestión
es que la espera se hizo mucho más corta de lo que creíamos y entramos en el
recinto del Auditorio Miguel Ríos con suficiente tiempo para disfrutar de las tres
bandas al completo. La primera sorpresa fue el gran espacio de pista reservado
a las entradas “Golden”. Un inmenso cuadrado que desplazaba hasta la mitad del
foso a aquell@s que consiguieron apoyarse en las vallas que lo delimitaban.
Esto nos restó cierta visibilidad, algo que fue la tónica común durante el
recital.
Eclipse andan presentando su último gran trabajo,
“Monumentum”, por los distintos escenarios de Europa en estos momentos. Vi una
banda con muchísimas ganas de comerse lo que tenían delante, que ya era gran
parte del aforo total que se llegó a congregar, desde que arrancaron con
“Vértigo” y “Never Look Back”. Un frontman entregado como Erik Martensson,
valiéndose de su gran voz, es el encargado de animar al peronal en todo momento
y para cuando acaban de interpretar “Wake Me Up” nos tiene a tod@s mirando al
escenario sin pestañear. Su Hard Rock te envuelve con temas como “Jaded” y
“Hurt” mientras te das cuenta que el Rock, en cualquiera de sus vertientes, que
nos sigue llegando a raudales desde Escandinavia está aquí para quedarse por
muchos años. No puedo asegurar que Eclipse lleguen a llenar grandes espacios,
calidad tienen desde luego para ello, sobre todo su guitarra Magnis Henriksson,
pero en Rivas fui consciente de que ya tienen una gran legión de seguidores que
coreaban sin parar “Downfall Of Eden” y “Black Rain”. El bajista Magnus
Ulfstedt fue otro de los miembros del grupo que no paró de hacer metros durante
el show mientras el batería Philip Crusner no dejaba de aporrear su kit brutalmente.
Cuando llegamos a “Stand On Your Feet” la peña estaba completamente a sus pies.
Lo malo es que también se acercaba el final de su concierto, con la
interpretación de “I Don´t Wanna Say I´m Sorry”, algo después de alrededor de
una hora encima de las tablas. Me gustó mucho Eclipse, sobre todo porque les vi
con esa energía tan necesaria siempre en un grupo. Son de esas bandas que te
las encuentras dentro de un cartel y que te hacen pensar que nunca está de más
ver a los teloneros, en este caso, o a las que no están en la parte de arriba
del mismo, en el caso de un festival. Espero volver a cruzarme pronto con ellos.
Tenía muchas ganas de ver a los norteamericanos Alter Bridge,
ya que puede que sea uno de los grupos que más me han llamado la atención en
los últimos años. Después de dar una vuelta por el recinto, para contactar con
algunos de l@s colegas que quedaba por ver, nos volvimos al mogollón, siempre a
la distancia que el foso “Golden” nos permitía, para ver qué nos ofrecían Myles
Kennedy y compañía. Alter Brigde también están de presentación de su reciente
trabajo, “The Last Hero”, pero eligieron temas más antiguos, como “Come To
Life”, “Farther Than The Sun” y “Addicted To Pain” como pistoletazo de salida.
Desde el primer instante se notaba que algo no iba del todo bien en su
actuación. El sonido era un poco más grave de lo normal y la banda no acababa
de hacerse con el público. “Ties That Bind” dio paso al primer corte de su
actual disco, “Crows On A Wire”. A pesar de que la cosa mejoraba por momentos,
sobre todo por parte del guitarrista Mark Tremonti, no conseguían poner el
recinto al cien por cien. Con “Isolation” y la gran “BlackBird” parecía que se
iba recuperando un poco el asunto, sobre todo cuando la peña se desgañitaba con
esta última. El tema que abre su último álbum, “Show Me The Leader”, fue el
predecesor de “Rise Today” con el que dieron por finalizada su actuación en Madrid.
Tengo que asumir que me quedé un poco frío, y no sólo por la temperatura del
día, con este concierto. No puedo decir que Alter Bridge me defraudara porque
estuvieron muy a la altura, musicalmente hablando, pero no llegaron nunca a
engancharme del todo. Puede que fuera porque el sonido que tuvieron no fue el
mejor de las tres bandas o porque hubo momentos en que se me hicieron
interminables sus interpretaciones. Prefiero pensar que no fue su noche y que,
siendo esta la primera vez que los veía, seguro que nos deleitarán en próximas
visitas con un gran show.
Una vez nos aprovisionamos de algo de cerveza, por cierto, lo
de los precios populares pasó a la historia, intentamos volver, más o menos, al
sitio desde donde habíamos visto a Alter Bridge con la intención de tener mejor
visibilidad para lo que se nos vendría encima. Ardua tarea que nos llevó a
colocarnos en uno de los laterales durante todo el concierto de Aerosmith. Con
una temperatura totalmente anormal para esta época del año, y el Auditorio
hasta arriba, comenzó a sonar “O Fortuna”, de “Carmina Burana”, mientras
proyectaban en las pantallas fotos y portadas de discos y revistas donde
aparecían los norteamericanos junto a los distintos diseños del logo de la
banda. “Let The Music Do The Talking” y todo dios a gritar y saltar como loc@s.
Hay cantantes que con su sola presencia saben poner a todo trapo al público que
tienen delante, Steven Tyler es uno de estos casos y no dejó de demostrarlo en
toda la noche. Segundo zarpazo con “Nine Lives” para coger carrerilla con “Love
In A Elevator” y “Livin´ On The Edge”, casi me da algo con ésta, y ya es un no
parar. Todos los problemas técnicos que pudieran haber tenido las bandas
anteriores pasaron a la historia mientras seguían con “Rag Doll”, con la que
Joe Perry se soltó la coleta definitivamente. “Falling In Love (Is Hard On The
Knees)” fue la encargada de cerrar esta primera parte del show que continuaría
con las versiones de Fleetwood Mac, “Stop Messin´Around” y “Oh Well”, y de The
Shangri-Las, “Remember (Walking In The Sand)”. Este fue uno de esos momentos
largos de los conciertos donde cada músico se deleita, también a nosotr@s, con
su instrumento, siempre con un imparable Tyler que era como una mosca
revoloteando por todo el pastel que formaba el espacio del escenario.
Vuelta a lo suyo mientras diluían el frío atmosférico con
“Chip Away The Stone”. Nosotr@s fuimos ganando posiciones, poco a poco, hasta
casi alcanzar el límite que nos permitían, para para gritar a pleno pulmón con
“I Don´t Want To Miss A Thing” con la que las pantallas se llenaron de peña
haciendo lo propio, temazo en todos los sentidos. Que una canción de The Beatles,
de los que son reconocidos fans los de Boston, como “Come Together” siga
volando las cabezas a miles de seguidores en un concierto dice mucho de los de
Liverpool. Si a eso le añades las ganas que le ponen estos cinco locos, bueno,
seis contando con el teclista Russ Irwin, te encuentras de frente con 20.000
personas coreándola hasta desgañitarse. Momento para que Tom Hamilton pueda
lucirse antes de dar paso a uno de sus grandes éxitos, “Sweet Emotion”. Es
increíble cómo un tema puede poner de punta hasta el último de tus pelos. Mira
que lo habré escuchado millones de veces, pero la magia del directo hace que
casi se me salten las lágrimas con él. Os podéis imaginar la reacción del
público en este instante, todo era caras de felicidad. Curioso que alguien como
los componentes de una banda que ha vendido millones de discos puedan
interpretar una canción como “Eat The Rich”, pero eso es lo que hacen estos
señores que saben mucho, demasiado, quizás, de qué va todo esto del mundillo
del R&R. Sin bajar intensidad, fue la que dio paso a otro de los grandes
momentos del concierto. Con “Cryin´” las pantallas se volvieron a llenar de
imágenes de gente cantándola con delirio. Otro de los cortes, son tantos, con
los que llegaron a asentarse en el Olimpo del Rock, “Dudes (Look Like A Lady)”
fue el encargado de cerrar el show antes de los bises.
Éramos conscientes de que aquello estaba llegando a su final.
Antes vimos cómo un gran piano blanco se convertía en el protagonista de esa
pasarela que había servido de lanzadera a Tyler y los demás. Éste volvió a
escena con una fina bata por encima de los hombros percatándose del frío de la
noche “veraniega” madrileña. Calentó dedos con la interpretación de parte de
“Angel” antes de dar paso a la canción que le encumbró como compositor, “Dream
On”. Fue todo un alarde de interpretación que acabó con Perry encima del piano
acompañado por el propio Tyler. Temas míticos como éste son los que hacen de
esta música algo fuera de lo común. Vuelta a las versiones con “Mother
Popcorn”, de James Brown, y cierre final con, no podía ser de otra forma, “Walk
This Way”.
Sin llevar excesiva parafernalia y sin tener un escenario de
esos que no sabes por dónde te va a salir el siguiente miembro de la banda,
Aerosmith consiguió volver a dejar claro por qué son el grupo que son. Puede
que Tyler no cante como hace años, pero de eso se trata, de que pasen los años
y alguien siga teniendo ciertas deficiencias, no tantas, con las que continúe
metiéndose en el bolsillo a la audiencia de cualquier lugar del planeta que
pisa. Para un cantante siempre es más difícil mantener su nivel que para los
demás componentes, más si has llevado la vida de éste, en concreto. Joe Perry
sigue en el top de los grandes hachas de esta música. Tampoco se queda manco
Brad Whitford, que también tuvo su momento de gloria durante el concierto. Si a
todo esto le unes una de las bases rítmicas más longevas dentro de un grupo
como son, el ya mencionado, Tom Hamilton y el increíble Joey Kramer te encuentras
delante con algo tan grande como es Aerosmith. He pasado muchos buenos momentos
con sus canciones, ahora puedo sumar otro con el concierto del pasado 29 de
Junio en Madrid. ¿Volverán o será verdad lo de su gira de despedida? Tal como
está el panorama no te puedes fiar lo más mínimo de este tipo de cosas. Eso sí,
doy por hecho que, a pesar de echar en falta algunos temas en su setlist, algo
siempre inevitable, volvería a verlos si pasan por estos lares.
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