jueves, 29 de septiembre de 2016

Juanfer Briones: "El Último Templario"







  
He decidido hablar de este cómic en el blog por varias razones. La primera es la envidia que me ha dado el hecho de que sea una adaptación de la novela de Juan Antonio Adell Castán, “El Último Templario De Aragón”. Siempre he querido que algunos de mis escritos tuvieran su impronta en el mundo de las viñetas, espero que ocurra algún día. Esto no sería nada del otro mundo si no fuera por ese gran prólogo que el escritor dedica al autor de la obra gráfica, Juanfer Briones, agradeciendo su gran labor. Otra razón, sin duda, es el tema en sí de estas páginas pues siempre me han atraído ciertas órdenes religiosas por su misticismo y secretos y los templarios tienen de sobra de ambas cosas. Puedo añadir que otra de las causas puede ser el trabajo de investigación por parte de los dos autores.





Briones es natural de Valencia en cuya Universidad estudió Bellas Artes. Colabora desde los 80 en las revistas “Camacuc” y “SOS”. Fue finalista en el Concurso de Cómic de la Semana Negra de Gijón y en la muestra itinerante de Cómic Murcia INJOVE. Colabora en publicaciones como “El Arca De Las Historietas” o “El Cruzado Aragonés” además de en la revista de humor gráfico “Malavida” o el blog “Recetas y R&R”. Como bien dice Adell en el prólogo, su labor en este cómic es sobresaliente. Con ello consigue que, como es mi caso, si no has leído la novela, una vez acabado el cómic, sólo tengas ganas de plantarte delante de sus páginas.





1309 no fue el mejor año para la Orden del Temple. Los sucesos recogidos en estas hojas están localizados en el castillo de Monzón y sus alrededores, último bastión de los templarios en el reino de Aragón. Después de haber servido lealmente al Rey Jamime II, éste recibió una orden papal, que ya había acatado el Rey de Francia, impulsada por los dominicos, donde se pedía el arresto de los templarios por actos impuros y herejía, por decirlo suavemente. Bien es sabida la relación de los dominicos con la Inquisición y cuánto poder consiguieron a través de ella. A pesar de las dudas que machacan la cabeza del rey aragonés, éste acabará cediendo a todas las presiones que le acucian. Irá destruyendo, o “invitando” a la rendición, a todos los enclaves de la Orden hasta, por último, sitiar y atacar el castillo de Monzón. No dará por concluida su misión hasta conseguir la rendición de sus ocupantes.




El personaje principal de todo este entramado es el joven Arnau. Él, impulsado por los acontecimientos, es investido miembro de la Orden del Temple con bastante celeridad. Será el encargado tanto de pedir ayuda a sus vecinos como de avisarlos del peligro que sobrevuela sus castillos y encomiendas. Unas veces lo conseguirá, otra llegará demasiado tarde. Como cualquier joven, echa de menos a su familia y a Violante, su amiga de la infancia, pero sabe que su prioridad reside en las órdenes que recibe de Berenguer de Bellvis, autoridad máxima dentro de las murallas del castillo. A pesar de tener un final cantado, lo importante, a la hora leer este cómic, es que te enterarás, o recordarás, de cómo era la situación geográfica de la zona en concreto y de hechos históricos donde personajes reales y creados para la ocasión comparten destino, alegrías y desgracias. Los mismos personajes que, escasas veces, ven reflejados sus sentimientos en esos grandilocuentes libros de Historia.




Las intrigas dentro de la Iglesia y sus reinos no es algo que sea desconocido para nosotr@s. Leyendo obras como este tebeo simplemente volverás a llegar a la conclusión de que esta Institución pocas veces se ha movido por intereses espirituales, todo lo contrario. Los dominicos ansiaban tener el máximo poder, algo que consiguieron a través de la insidiosa Inquisición. Para ello debían quitarse del medio a enemigos tan bien vistos como los templarios. Su ambición llegará a cotas tan altas que, incluso, no acatarán ni siquiera las órdenes del rey aragonés de no torturar a los supervivientes del asedio. Es más, utilizarán esas artimañas para conseguir declaraciones que reflejen todas las mentiras que luego usarán como pruebas para sus intereses.





Todo esto, y más, encontraréis en este cómic hecho donde el destello de sus viñetas te hará volar a una época donde los problemas se solucionaban a base de complots, traiciones y lealtad hasta la muerte. Ya sólo me queda leer la novela de Adall Castán para cerrar el círculo de este último templario. Por ganas que no sea.





martes, 20 de septiembre de 2016

Mayorga Rock 2016: Jornada Del Sábado











Después de descansar más bien poco por el ruido y alboroto que hemos tenido durante todo el fin de semana en el hostal que pillamos, ha sido lo peor con diferencia del Mayorga, desayunamos y dimos una vuelta por Plasencia. La intención era ver algo de la ciudad, pero nos fuimos encontrando con éste y aquella, total que al final poco vimos. Bueno, a mí me dio un poco igual porque yo conozco la ciudad de sobra, otra cosa es lo de mi colega Javi que tendrá que volver en plan tourist si quiere disfrutar de la misma.








Los Ramoninos fueron, sin lugar a dudas, una de las mejores actuaciones de esta jornada. Nada que ver con si tocan mejor o peor, que lo hacen bastante bien, todo sea dicho, es más las ganas que le echan y esa conexión que consiguen con el respetable nada más subir al escenario. ¿Ah, qué os pensáis que son otro grupo tributo a Ramones? Pues sí, lo son, aunque además de los grandes temas de los de Nueva York, no faltaron ni “Do You Wanna Dance?”, “Rockaway Beach”, “Sheena Is A Punk Rocker”, “I Wanna Be Sedated”, “The KKK Took My Baby Away” o “Blitzkrieg Bop”, entre otras muchas, añadieron temas de AC/DC, Ilegales, Siniestro Total o Eskorbuto. Hasta aquí todo, digamos, normal. Lo que diferencia a Ramoninos de cualquier banda tributo es que está formada por tres chicos y tres chicas con edades entre siete y once años. Los chicos se encargan de las guitarras y el bajo, aunque Adrián, el bajista, también hace sus pinitos a la voz, mientras que una de las chicas canta, otra toca la batería, no veas cómo aporrea, y la más pequeña hace coros sin parar de mover esas coletas rubias en ningún momento. Increíbles, parece que hayan nacido encima de las tablas, a pesar de bajarse e interactuar con l@s presentes y no parar de repartir cera en todo su show. Desde aquí os digo que si tenéis oportunidad de verl@s no os lo penséis ni un momento, vais a disfrutar de lo lindo con ell@s.





Después del conciertazo de Ramoninos fuimos a comer por el centro de la ciudad en compañía de mi buena amiga Inma y a descansar un rato, o intentarlo, al hostal. Llegamos de nuevo al recinto de la Torre de Lucía justo para escuchar los últimos temas de Perro. La verdad es que no le pudimos prestar demasiada atención porque entre que buscamos a la peña con la que habíamos quedado y pillar algo para beber o comer se acabó el concierto de los murcianos. La noche para nosotr@s comenzó con Los Zigarros. Hacía tiempo que quería ver a los hermanos Tormo y compañía en acción y, la verdad, no me defraudaron. Venían presentando su segundo trabajo, “A Todo Que Sí”. Mucho R&R con esos toques a Tequila mezclados con AC/DC y ritmos clásicos. Le dieron un buen repaso a su corta, pero intensa, discografía mezclando temas como “Baila Conmigo”, “No Obstante Lo Cual” o “¿Qué Demonios Hago Yo Aquí” con otros que tiene pinta de que van a seguir en su repertorio por mucho tiempo como es el caso de “Resaca”, qué gran verdad esa de pasar de tigre a ratón, “Dentro De La Ley”, vacilona donde las haya, “Odiar Me Gusta” o “Hablar, Hablar, Hablar..”. Creo que, si siguen por este camino llegarán muy alto. Ya estoy deseando verles en un concierto propio.






Lo de Siniestro Total fue, a mi parecer, algo, llamémosle, extraño. Los llevo escuchando toda la vida, es más, aún recuerdo cómo flipábamos con su primer disco, pero el sábado pasado en el Mayorga le faltó algo de fuelle. ¿Será la edad? La cuestión es que clásicos suyos de la envergadura de “Menea El Bullarengue”, “Cuánta Puta Y Yo Que Viejo”, “Ayatollah!” o “¿Quiénes Somos, De Dónde Venimos, A Dónde Vamos?” me resultaron como interpretados a medio tiempo y sin ganas. Tocaron otros muchos temas, como es de suponer, como “Gusanos En Tu Alcoba”, “España Se Droga” o “Black Jack” con los que tampoco sentí que se hicieran con el público. Metieron sus clásicas adaptaciones para “Miña Terra Gallega” o “Somos Siniestro Total” entre algunas versiones como “Vamos Muy Bien”, de Obús, o “Quiero Bailar R&R”, de Cucharada, en homenaje al reciente fallecido Manolo Tena, y añadieron la presentación del tema nuevo “El Mundo Da Vueltas”. Presenciamos un concierto, nunca mejor dicho, con demasiados altibajos que nos llevó a pensar que el paripé que montaron con el rollo de no irse para que la peña no les pidiera los bises es algo como premeditado. A pesar de sonar bien, no llegaron a conectar como se esperaba, esa es la conclusión que saco de su actuación.






¡Qué ganas tenía de ver ya de una vez a Gatillazo! Después de unos cuantos discos en la calle ya era hora de poder desparramar con Evaristo y los demás. Estos sí que no defraudaron en ningún momento, y también podríamos preguntarnos por la edad. Tralla de alto nivel dando un repaso a sus discos con temazos de la altura de “Otra Canción Para La Policía”, “Fóllate Al Líder”, “Un Minuto En Libertad”, “Sr Juez”, “Mucha Muerte”, “La Del Oeste” o “Vendido” dentro de su extenso set list. No se olvidaron de La Polla, volándonos la sesera con “Lucky Man For You”, justo después metieron “La Jota De La Derrota” que es una de mi preferidas, “Txus”, con ese toque ranchero, “Odio Los Partidos”, ahora más que nunca, o “Johnny”, con la que salté como un canguro. Acabé sin aliento y con una sonrisa de oreja a oreja. Muchísima actitud, contacto directo con l@s que tenían delante, canciones nuevas entre otras no tanto, pero de vigente actualidad, un sonidazo de aupa y, sobre todo, mucha diversión. Quien tuvo, retuvo y aquí hay mucho por delante. Grandes, muy grandes, de los que no defraudan nunca.








Después de Gatillazo se notó un poco, sólo un poco, de desbandada para ver a Juantxo Skalari & La Rude Band. El Ska es algo que o te gusta o no, pocos términos medios hay en este ritmo, y yo soy de los primeros. Poco me importó el no conocer casi ninguno de los temas de esta banda, a pesar de llevar en la brecha desde hace años con un parón de por medio. La cuestión es que cuando llegan a tus oídos cortes como “Rude Control”, “Fuego” o “Vodka Revolution” si tus piernas no se mueven es que estás muerto. Imposible parar, algo que no hizo la mayoría de la peña que aguantó hasta el final, incluidos nosotros. Entrañable la dedicatoria en “José República” a su abuelo y todos los abuelos que perdimos durante y después de la última contienda fratricida de este Estado. Me gustaron mucho, pensé que sólo iba a aguantar, después del descalabre de Gatillazo, un par de temas y con el: "Espera que ahora nos vamos. Sólo una más.", nos quedamos hasta que despidieron el festival en esta cuarta edición. Un cierre por todo lo alto.







Hasta aquí lo vivido por mi parte en el Mayorga RockFest 2016. Vuelvo a agradecer a toda la organización su buen estar y hacer. Espero que se siga consolidando y creciendo año tras año. ¡Nos vemos en el 2017! 


lunes, 19 de septiembre de 2016

Mayorga Rock 2016: Jornada Del Viernes











Segunda vez que piso el Mayorga Rock placentino y primera que pasa a tener el formato de dos días. La jornada del viernes destacó por los altibajos de las intervenciones de ciertas bandas, algo de lo que hablaremos a continuación. Hay que felicitar a todo@s l@s de la organización por su gran labor y por mantener esos precios populares que a nuestros bolsillos nos viene de perlas.





Llegué al festival acompañado de mi amigo Javi, he vivido con él todo el evento, cuando acababan de subir al escenario los chicos de Blue Chiken. Esta jovencísima banda oriunda de Plasencia fue uno de los descubrimientos de esta edición. Había oído hablar de ellos después de ganar cierto concurso y por su paso por el escenario Amex hace poco. Venían presentando su Ep. “Eclosión” que descargaron en su integridad además de añadir alguna versión como “The Wall” de Pink Floyd con la que cerraron su actuación. Me gustó mucho el tema “Sunrise” cuyo videoclip podéis ver en Youtube. Ahora bien, si hubo algo que realmente me impactó de su intervención fue la labor de Miguel al bajo. De verás que hacía mucho tiempo que no veía a alguien con ese manejo a las cuatro cuerdas. Espero que sigan en esta senda y consigan llegar más allá de estas tierras, tiempo y calidad tienen para ello.






Después de los placentino nos metieron pal cuerpo la propuesta de los cacereños Hotel Moscú. Nunca me ha gustado hablar mal de ninguna banda, puede que lo hagan mejor o peor, o que me gusten más o menos, incluso que ni los vea porque no son de mi agrado, pero lo de esta peña es infumable con todas las letras. Puede que este festival no fuera el entorno adecuado para su propuesta, puede que sean unos iluminados que nadie comprende o que realmente son tan buenos que ni gustan. Sea lo que fuere, se quedaron literalmente solos encima de las tablas pues nadie, incluido nosotr@s, les prestó la más mínima atención. Tuvieron un efímero grupo de chavales, que no duraron ni dos temas, delante de ellos y luego se largaron. De verás que no quiero ser agresivo con ellos, cualquiera que se sube a un escenario merece mi respeto, pero lo del viernes pasado lo viví así y así os lo cuento. Espero que en otro tipo de festivales lo peten y salgan mejor parados.






En esto que aparecieron Los Chicos y, entonces, empezó todo. Sí, he de reconocer que soy un gran pecador por no saber de ellos hasta la hora en que se hicieron con todo en la Torre de Lucía. Cuando digo todo me refiero, literalmente, a eso. Después del bajón de los anteriores, esta peña puso el recinto patas arriba con su Rock garagero, con su actitud, con un sonido del copón y con esa simpatía y entrega que le pusieron. Puto R&R que hace que muevas hasta los pelos del culo, sobre todo cuando, en plan Ramones, no dan tregua entre tema y tema. Cayeron desde “I Don´t Wanna Learn” o “Kick Out The Jams” hasta la mítica “Muddy Muddy”, os podéis imaginar a quien está dedicada ésta. Peña cercana con la que estuvimos hablando a la salida para darles las gracias por su actuación. Rafa es todo un frontman que, además de montar la que monta, acabó subido en la barra de los tickets y se bajó no sé cuántas veces del escenario, incluida la que salió a compartir la tontería del extasí, extano con el público, tiene un vozarrón de la ostia. La banda toca a cien por hora con esas guitarras afiladas por parte de parte de los hermanos Urchaga y esa pedazo de sección rítmica a cargo de Gullermo al bajo y el inmenso Ral a la batería. Ha sido mi gran descubrimiento de esta cuarta edición del Mayorga y, de aquí en adelante, prometo seguirles muy de cerca. Tendré que recuperar el tiempo perdido de alguna forma. Brutales es quedarse corto con ellos. Como dicen en mi pueblo: “¡Anda que fue chica la polvarera que se montó allí!”. Espero poder a disfrutar de ellos pronto.








Uno de los grandes atractivos del cartel de este año eran Non Servium. Los de Móstoles ofrecieron un concierto cargado de fuerza y energía, como era de esperar. Lo malo es que en ningún momento gozaron de buen sonido. No sé si el tipo de la mesa no sabía cómo ecualizar tanta tralla o qué cojones pasó. Ellos fueron los primeros que lograron que la Torre de Lucía se llenara de peña. Dejaron caer toda su artillería pesada, desde “El Imperio Del Mal”, “Bronca”, esta fue de las mejores, a “Desperté”, “Ratas” o “El Espíritu Del Oi!”. Me cambié varias veces de lugar pensando que aquello podía deberse a estar justo detrás de los bafles de la derecha, pero ni con esas. Me iba pal medio con tol mogollón y aquello seguía igual. Ya podían sonar “Los Demonios”, “Lucha Armada” o “Warriors”, otra con la que se lio parda, que nada, que aquello seguía sonando igual, hasta conseguí acercarme justo para apoyarme en las vallas por la parte izquierda y lo mismo. Una pena que le pasara esto porque su concierto fue de los mejores del festival, con el público totalmente entregado y mucha actitud y fuerza por su parte. Nos quedamos sin verlos en Cáceres por ciertas circunstancias y en esta ocasión no tuvieron la sonoridad adecuada. Algo curioso porque todas las demás bandas sonaron bastante bien ya que esta ha sido otra de las cosas buenas de este Mayorga. Qué se le va a hacer, nos quedaremos con el gran concierto que ofrecieron en otros aspectos. A esperar otra oportunidad, no hay otra.





Después de los dos trallazos seguidos de Los Chicos y Non Servium, pusieron los pies en el escenario Sho-Hai & Xhelazz + RdeRumba. No soy un gran seguidor del Hip Hop, pero he de reconocer que, en directo, me gusta escucharlo y confirmar cómo hay toda una legión de seguidores que hacen de este estilo algo potente. Lo que vi me gustó además de comprobar que si este movimiento tiene la repercusión que tiene es porque bandas como esta se lo están currando, a pesar de que les toque el horario que les tocó a ellos en Plasencia. Mucha suerte y a seguir dando caña a base de versos. Nos quedamos a escuchar el concierto durante casi una hora y luego decidimos dar una vuelta.




La noche siguió por los bares de capital del Jerte. Me encantó volver por El Trebol y conocer el Underground. Ocurrieron muchas y diversas cosas, todas buenas, pues lo reencuentros con peña que no veía desde hace mil siempre vienen bien, pero eso es algo extramusical y queda para otro tipo de crónicas, jeje.