lunes, 25 de agosto de 2014

Ralf König Se Va A La "Estación Espacial Deseo"







Después de su personal dedicatoria a la patrona de Colonia vuelve el más popular de los autores gays de cómics de Alemania, Ralf König, con una nueva entrega de las aventuras y desventuras de sus dos personajes más clásicos, Paul y Konrad. Para aquellos y aquellas que no seáis seguidores de König os diré que este tebeo no es un buen comienzo para serlo. Lo digo no porque sea un rollazo o no tenga su entretenimiento, que lo tiene y mucho, sino porque si no conocéis a sus dos protagonistas os podéis quedar un tanto fríos, algo que os llevará a tener una idea bastante confusa de la obra de Ralf en general. Tampoco es mi intención presentarlos ahora, sería una estupidez por mi parte, tan solo decir que, para los y las que sí llevamos años leyendo los cómics del alemán, ellos ya forman parte de nuestros personajes preferidos. Mi primer recuerdo de ambos se remonta a una de, en mi opinión, las mejores obras del mundo de las viñetas, “Huevos De Toro”. Desde ahí les hemos visto tanto irse de vacaciones como casarse, pasando por miles de cosas, lo que se conoce como toda una saga.






Pues bien, en este “Estación Espacial Deseo” Konrad y Paul vivirán otra de sus ya rocambolescas aventuras de pareja. Habría que preguntarse qué aventura de pareja no lo es. Paul continúa con su carrera de escritor en la que plasma la tensión que se vive entre dos hombres, uno gay y el otro…, y una especie de robot que encarna a la perfección a una de las divas de la ópera perteneciente a un par de siglos anteriores a ellos. Dicha tensión se debe a que los tres conviven en una nave espacial perdida en el espacio en el año 2021 cuya misión no es otra que ir a por un cargamento de testosterona a Marte ya que los hombres de la Tierra tienen carencia de ella y no se les pone dura ni patrás. Este sería un breve resumen de lo que Paul se trae entre manos durante en este episodio.








Entre página y página ambos reciben la visita de la madre de Paul. La intención de su progenitora no es otra que coaccionarle para que vaya a visitar a su hermana a Frankfurt ya que esta está a punto de dar a luz y es necesario que alguien de la familia se encuentre a su lado en esos días previos al nacimiento. A regañadientes irá Paul a visitarla y allí reaparecerá esa competencia fraternal entre ambos ya que Edeltraut se va a casar con un maromazo polaco que pondrá de los nervios, sexualmente hablando, a Paul. Mientras tanto, él seguirá con su obra espacial pues no quiere perder la inspiración durante su estancia en la antigua ciudad germana. Es más, se puede decir que más que perderla se la encontrara de frente. Paul volverá a Colonia siendo tío y con una nueva obra bajo el brazo.  Los entresijos de dicha estancia será lo que tendréis que descubrir para echaros unas cuantas risas.




¿Y qué ocurre con Konrad mientras tanto? Pues nada, el profesor de música vuelve a caer rendido ante el don de uno de sus alumnos. Este le invitará a comer con su familia y allí su madre intentará por todos los medios que se unan como pareja. Todo se vendrá abajo cuando ella se entera de que Konrad ya está emparejado y se derrumbará aún más cuando su hijo le comenta que quiere dejar Colonia y largarse a otra ciudad para continuar sus estudios musicales. Lo que en un principio parecía una velada en plan Celestina acabará derrumbándose como una torre de naipes.




Ha vuelto el König de toda la vida, con los personajes más carismáticos de su vida, aquellos que ya forman parte de la vida de sus más acérrimos seguidores, entre los que me incluyo. Deseamos tenerle entre nosotros por muchas obras más. Ya no soy capaz de entender el mundo de las viñetas sin Paul, Konrad y König. Muchas gracias por ese millón de risas que nos sacas y otro tanto por las que nos sacará.


miércoles, 13 de agosto de 2014

Leyendas Del Rock 2014: Crónica Del Sábado








Empezaré esta crónica dando un toke de atención tanto a la peña como a la propia organización. Es verdad que cada vez está mejor todo lo referente a entrada, puestos de camisetas y otras baratijas, firmas, servicios, tickets y demás pero en lo referente al tema de la comida me he quedao un poco pallá este año. No lo digo por la variedad que, a pesar de no ser demasiada, está bien, me refiero a lo de después de comer. Este tema es claro ejemplo de la serpiente que se muerde la cola. Por un lado la peña es un poquito bastante guarreras dejando los alrededores de los puestos de comida apestados de platos, vasos, cucharas y todo aquello utilizable para llevarse algo a la boca. Era increíble cómo estaba la parte de atrás del césped a partir de ciertas horas de la noche. Puede que esto sea consecuencia de la poca cantidad de contenedores que había para depositar dichos desperdicios, prefiero pensarlo así, que acababan en pocas horas hasta arriba de los mismos. Entonces por qué la organización no pone más contenedores en esa parte del festival y así evitaríamos ir pisando restos varios de comida. Espero que esta sea la solución porque pensándolo mal… mucho ir de ecologistas, no a la matanzas de ballenas, me molan temas como “Marea Negra” y cosas parecidas pero el césped de mi festival preferido lo ensucio porque soy el o la más Heavy y ya está. Lo de la acampada sin palabras, sigue siendo la parte a solucionar del festival, vaya secarral lleno de pedruscos. Por lo demás, como dije antes, felicidades a Sufriendo y Gozando por este terrible esfuerzo anual.





El sábado llegamos al festival mucho antes incluso que el viernes para ver a los Easy Rider. Poca peña cerca del escenario debido al calor que hacía pero nos encontramos con un grupo que lo dio todo y que se notaba que estaba pasándolo en grande. Con el cantante Rob Finn al frente nos deleitaron con temas de su reciente trabajo además de otros como “Stranger” que puso a cantar a pleno pulmón a sus más acérrimos seguidores. Quizá no fuera la mejor hora para ellos pero es lo que tienen los festivales, te ponen ahí y, sea como sea, tienes que dejarte la piel en el escenario.





Aprovechando la poca sombra del momento nos fuimos acercando al escenario donde Lujuria iba a dar su concierto. Modelazo, como siempre para esta ocasión, colorao de Óscar con esos flecos pegados a los brazos que ya te arranca la primera sonrisa del show. Fue un repertorio lleno de clásicos como “Joda A Quien Joda”, “Estrella Del Porno” o “Mozart Y Salieri”. Momentos especiales cuando invitaron a salir al mítico bajista de Obús, Juan Luís Serrano, para interpretar el himno “Vamos Muy Bien”, y al cantante de Wild, Javier Endara, que poco más y arrasa con todos los cables y pedales del escenario. Como siempre, tuvimos a un Óscar reivindicativo que no dejó de hacer referencias al conflicto que se está viviendo en Palestina y se metió con todos y todas los corruptelas patrios que no merecen dicho adjetivo. Finalizaron con su tema “Leyendas Del Rock” un recital que nos hizo pasar uno de los mejores momentos de la jornada.





Me pasé por el escenario “pequeño” para ver un rato a Ravenblood. No llegué a ver más de cuatro temas de esta banda de Death Metal pero me parece que, sin ser yo alguien puesto en el tema, lo hicieron bastante bien, al menos me llevé una grata sorpresa con ellos. Le deseó lo mejor para el futuro.





Vuelta a los escenarios principales para ver a lo que, a la postre, sería una de las actuaciones del día, la de los suecos H.E.A.T que lo revolucionaron todo. Si en algún lado tenemos que ver algo de luz en este negro laberinto en que se encuentra el Metal y aledaños podríamos empezar por ellos. Sí que es verdad que no han inventado nada, que es lo malo de todo esto, pero salieron a arrasar y lo consiguieron. Grandes sonrisas en sus caras además del desparpajo propio de su edad hicieron de su concierto algo que no olvidaremos fácilmente. Un cantante, Erik Grönwall, que posee una muy buena voz acompañado de una gran banda, sobre todo el guitarra Eric Rivers y el Batería Crash, fue lo necesario para poner aquello patas arriba en unos segundos. Momentos como “Living On The Run” o “Tearing Down The Walls” pusieron a gritar a todo los presentes. Ahora entiendo lo que decía la peña que asistió a su show acompañando a Scorpions. Habrá que estar muy pendientes de ellos pues son una fuerte promesa del Hard Rock.





Como en la jornada del viernes, aprovechamos, en este caso, la actuación de Heaven Shall Burn, unos desconocidos para nosotros, para hacer las compras pertinentes de regalos y recuerdos del festival, llevarlos al coche y comer algo. De vuelta nos encontramos con el conciertazo que Battle Beast estaban ofreciendo. La carpa repleta de peña dejaba claro que son un grupo en alza. Mucha actitud por parte de su cantante Noora Louhimo que puso a la gente como loca con temas del calibre de “Let It Roar” o “Justice And Metal”. Sin duda alguna uno de los grupos triunfadores del día.





No presté demasiada atención a Hammerfall pues no he sido nuca seguidor de ellos así que me dediqué a hablar con la peña mientras compartíamos algún que otro litro y tomábamos posiciones para lo que, a mí parecer, fue el concierto del sábado. Sé que a muchos esta afirmación les parecerá exagerada pero yo tenía unas ganas inmensas de ver a los daneses Volbeat y me lo pasé en grande con ellos. Puede que haya peña que no conecte que esa mezcla tan especial que hacen, intercalando cosas de Johnny Cash o Elvis con verdaderos trallazos de Thrash Metal,  pero a mí me resultaron sorprendentemente buenos. Puede que la crítica los esté encumbrando en exceso sin embargo, volviendo a lo de antes, si ahora hay alguien que puede tomar ese relevo generacional, sin duda alguna, son ellos. Un sonido espectacular acompañado de un juego de luces magnífico fueron los mejores acompañantes de su actuación. Instantes como los vividos durante “Lola Montez”, la más coreada de todas, “I Only Wanna Be With You”, “Boa (JDM)”, “Fallen”, “Radio Girl” o “16 Dollars” pasarán a la historia del Leyendas con letras mayores.  Para cerrar subieron al escenario a un grupo nutrido de niños y niñas haciéndonos ver a las nuevas generaciones del Heavy Metal. Impagable ver las caras de los chavales que ni por asomo pensarían que iban a acabar siendo los protagonistas del final del concierto de los escandinavos. Me gustaban antes de verlos en vivo ahora me gustan mucho más si cabe. Espero tener la oportunidad de volverlos a ver en directo pues, como bien dijeron, la primera vez que vinieron a España no había más de 30 personas presenciando su show y ahora, con todo merecimiento, llenan festivales como el de Villena.





Vuelta al escenario “pequeño” a ver un ratito a Delain antes de volver a toda leche a vivir lo que Unisonic nos tenía preparado. Tengo que decir que partir de este momento fue un sin vivir en que vi a todos y no vi a ninguno. Con esto quiero decir que no completé los conciertos por querer abarcarlos todos, malditas coincidencias de horarios, grrr. Lo de Unisonic me quedó bastante frío pues esperaba mucho más de ellos. Arrancaron fuerte con el tema homónimo del grupo pero a partir del tercer tema se me hicieron pesados a más no poder así que me largué a ver a los Leize que siempre fue una de mis bandas preferidas del panorama estatal. Con esto no quiero decir que estuvieran dando un mal concierto simplemente que me defraudaron. Estuve esperando algún tema de Helloween, cayeron dos, “March Of Time”, que lo escuchaba de fondo mientras me dirigía a la carpa, y, por lo que me dijeron, “I Want Out”, imperdonable si no la tocan.







Llegué al escenario donde actuaba Leize cuando estaban acabando su gran tema “Buscando… Mirando”, o sea, en el tramo final de su actuación. Lo poco que vi me pareció genial, tengo que reconocer que no puedo ser muy objetivo con ellos porque tengo cierta predilección por la banda. Disfruté como un enano de esos coletazos finales pues temas como “Muros” son de mis preferidos de todos los tiempos.





Durante la actuación de Warcry nos dirigimos a la terraza del restaurante de la piscina, fue todo un descubrimiento este sitio, para relajarnos un poco ya que el cansancio empezaba a hacer mella en nosotros. Unos se quedaron a ver a Banzai y otros, como yo, no fuimos a ver a los catalanes Crisix. El porqué de esta decisión, a pesar de ser Banzai una de mis bandas preferidas de siempre, no es otro que a estos ya los he visto tres veces mientras que a Crisix no los había visto nunca. Fue otro de los grupos que petó la carpa dando así un claro ejemplo de que el Thrash Metal estatal goza de un buen puñado de seguidores. Para algunos fue un show demasiado embarullado pero a mí me gustaron bastante. Se ven que tienen todo a su favor, juventud, entrega y energía, mucha energía. Puede que esa pequeña performance del “I´m The Man” de los grandísimos Anthrax sobrase por ser un show corto, sería más propio de una actuación suya, a pesar de ello, me gustó. Tienen todo por delante, esperemos que lo aprovechen bien porque se merecen todo lo que les caiga.





Hasta aquí el Leyendas 2014 para nosotros. Empieza la cuenta atrás para la décima edición de la que ya han confirmado a la gran Doro. Esperemos que sea un cartel de lujo y que, al menos, disfrutemos tanto como en este y en anteriores años. ¡Nos vemos en el Leyendas!!!!