Llevaba ya unos cuantos meses sin hacer
referencia a la serie de Marvel “Clásicos Ilustrados”. La razón no es otra que no
ser pesado hablándoos continuamente de ella. Sin embargo este último número me
ha sido imposible pasarlo por alto. He de reconocer que “El Retrato De Dorian
Gray” es una de mis libros preferidos y cuando vi que aparecía en esta
colección me entusiasmé en exceso.
Los encargados de llevar a cabo esta
labor no son otros que el gran Roy Thomas y, el que ha sido uno de mis
descubrimientos, el ilustrador Sebastián Fiurama. Supongo que Thomas no
necesita presentación alguna pero para
los despistados de turno deciros que sus diez años como guionista de “Conan El
Bárbaro” y “La Espada Salvaje De Conan”, entre otras muchas obras, le avalan con creces. Lo de
Fiurama es bien distinto. Nacido en Argentina lleva, lo que podíamos decir, una
carrera en ascenso. Ha trabajado tanto en su lugar de origen como en España y
Estados Unidos. Publicando en este último país en títulos relacionados con
películas de terror como “Friday The 13th” o “Night Of The Living Dead” y con
guionistas como Peter David o Mike Carey. Este número de la serie de Marvel es
lo primero que veo de él pero os puedo asegurar que no será lo último.
Entrando más en el tema de la obra del
gran Oscar Wilde, lo primero que tengo que decir es que, según Thomas, y yo le
creo a pie juntillas, es la primera vez que se lleva al campo del cómic dicho
libro del escritor británico. Cuando lees el prólogo de Roy no puedes pasar desapercibido
esa mezcla que explica de entusiasmo y responsabilidad al saber que tienes delante
un trabajo tan espectacular como ser el primero en llevar a cabo dicha tarea. Como
es de esperar lo hace y con una nota bastante alta. Es normal que eches en
falta alguno de los trances y desenlaces así como las razones por las que
ocurren ciertos hechos en la obra original pero también hay que tener en cuenta
que esto lo suple de manera notable con as viñetas de Fiurama. Con ello
consigue que Sebastián plasme en sus dibujos aquello que se intuye en el libro
muchas veces sin ayuda de guion alguno o sin largas explicaciones.
Para aquellos que no conozcáis la obra
de Wilde sólo diré que sería un buen comienzo empezar por este cómic para
adentraros en la misma. Después de haber sido repudiado por la literatura
británica, o más bien no lo suficientemente reconocido por su condición sexual,
la cual le llevo a acabar sufriendo los trabajos forzados, no fue hasta hace
bien poco cuando le pusieron donde siempre debió estar, a la altura de Shakespeare.
Pensaréis que es un atrevimiento el haber hecho pero una vez hayáis leído algo
de él os abandonara este pensamiento ipso facto. Ya digo que puede que esté
pecando de seguimiento ciego hacia Wilde pero seguro que los miles de
seguidores suyos a lo largo del planeta y de la historia me darán la razón.
Con esto acabo mis publicaciones este
mes de Enero tan lluvioso. Espero que disfrutéis con el retrato más famoso de
la historia de la Literatura y, ya sabéis, cuidado con las cosas que deseáis,
podéis acabar como Dorian Gray. No paséis mucho frío, hasta pronto.