miércoles, 4 de diciembre de 2013

Jesús Gordillo - Javier Martos: "Ojos De Circo"








 Esta obra de Jesús Gordillo y Javier Martos está pensada para y desde los personajes extravagantes. En ningún momento pretendo que dicho término sea entendido como algo despectivo, al revés, lo digo con todo el cariño del mundo. Mucho más después de leerla.



Respecto a los autores os diré que Jesús es oriundo de Badajoz. Ha recibido varios premios en certámenes literarios, tiene algunos libros publicados antes de este además de ser un apasionado del Blues. He coincidido con él en alguna ocasión por haber sido compañero de radio de mi novio. En cuanto a Javier, deciros que nació en Sevilla. Es escritor y traductor, “Blaze”, de Stephing King, se encuentran entre sus obras traducidas, ha adaptado al cómic, género del que siempre me he declarado un apasionado, “La Torre Oscura” además de tener publicados alrededor de una treintena de relatos.





Es bien sabido que nuestros sueños de infancia son los que más perseguimos durante buena parte de nuestra vida. Otra cosa distinta es lo que ocurre cuando alguno de ellos, lo más importantes, se hacen realidad. Se puede decir que “Ojos De Circo” va exactamente de eso, del sueño hecho realidad que el pequeño Nicholas Campbell tiene desde pequeño. Este no es otro que pertenecer a la gran familia del circo. Quedaría demasiado superficial si quisiera hablaros de este libro y quedarme sólo en esto porque, en realidad, hay mucho más detrás de lo dicho. Nicholas es un niño, digamos, especial por sus dotes con la telequinesia. Tener este tipo de actitudes en el seno de una familia estrictamente militar no le traerá más que desengaños y disputas. Cuando está a punto de debutar en el mundo del espectáculo se encuentra de morros con el mayor conflicto bélico del siglo pasado, la Segunda Guerra Mundial. Perteneciendo a la familia que pertenece, no tiene más opción que alistarse participando en vanguardia del desembarco de Normandía. Es herido en dicho ataque y, una vez recuperado, se queda en Europa con la idea de vivir en el mundo del circo.




Como suele ocurrir en la mayoría de estos casos, las vivencias bajo las órdenes de otros hacen que tu sueño no sea tan bonito como te lo esperabas. Pues bien, harto de todas estas situaciones decide crear su propio espectáculo. Para ello se hace socio de un antiguo compañero de escena, Román Cruz, un pistolero español, curtido en las batallas de la Guerra Civil y del posterior conflicto europeo, cuya admiración por las armas de fuego raya lo enfermizo. Eso sí, se puede decir que “donde pone el ojo pone la bala”. El secreto de su espectáculo no es otro que reunir a un grupo de hombres y mujeres con ciertas dotes paranormales. Lo consiguen, vaya sí lo consiguen. Después de fundir sus economías, cómo llegan a conseguir el dinero es otro de los aspectos destacable del libro, viajan por medio mundo para ponerse en contacto con la estrellas de su circo. Así, unas veces a golpe de talonario otras mediante el poder de seducción, llegan a rodearse de una potente médium, un forzudo gondolero con algún brazo de más, alguien con poder sobre las nubes y sus tormentas, un poderoso faquir japonés, una señora con el poder de intervenir en los sueños y pesadillas de los demás y un chaval capaz de devolver la vida a algún que otro animal. Una vez reunido tal elenco ponen en marcha el mayor espectáculo jamás visto en el viejo continente. Lo que ocurre, además del desenlace de todo este entresijo, es lo que tendréis que descubrir vosotros leyendo el libro. Sólo os diré que si os va el terror aquí tendréis una buena dosis del mismo.



Es verdad, puede que todas estas personas nos produzcan miedo pero la pregunta sería ¿por qué? Porqué esas mujeres y hombres nos producen pánico. Siempre he creído que tiene que ver mucho más con el tema religioso y cultural que con el hecho de ser seres humanos “distintos”. Distintos somos todos y todas, solo hace falta echar un vistazo a tu alrededor para ver cuantas caras diferentes te cruzas por la calle todos los días, pero aquellos y aquellas que entran en los planos inexplicables para dichas culturas o religiones no les ha quedado otra cosa que ser “Animales De Circo”, los manicomios, las pedradas o las llamas. Personas que en otros entornos han sido, aún lo son, vistos como grandes consejeros o guías en esta sociedad no tienen otra salida que ocultarse o, empujados por la frustración, utilizar sus dotes de manera poco altruista. Como leemos en la obra de Gordillo y Martos, pueden ser tu pescadero, tu vecina de la esquina, tu compañero de clase o tu propio hermano. En vez de intentar aceptar, sin tener porqué comprender, los rechazamos, en el mejor de los casos, cuando no los señalamos como “pecadores” o locos. Ahora sí, cuando esas religiones y culturas no encuentran salida a muchos de nuestros problemas recurrimos a ellos y ellas de manera clandestina dando pie a que aparezcan un sinfín de estafadores y charlatanes que se enriquecen valiéndose de las miserias de sus acólitos. Esto hace que, en ocasiones, algunos y algunas se reúnan bajo una carpa de colores y no nos quede otra que mirarlos directamente con “Ojos De Circo”.



Pasan muchas cosas interesantes en esta obra. El recurso de empezar por casi el final es algo que si se hace bien, como es el caso, siempre me ha atraído. Enhorabuena a los dos autores. Espero que sigan cosechando éxitos juntos o por separados.




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