lunes, 18 de febrero de 2013

"El Arte De Volar", Premio para Antonio Altarriba Y Kim








Antes de empezar a hablaros de esta gran obra de Antonio Altarriba y Kim quiero dar las gracias a mis amigos Cano y María por este regalo de cumpleaños. Me ha hecho mucha ilusión. Mi relación con este cómic viene del verano pasado cuando lo sacó de la Biblioteca Pública de Cáceres un compañero de trabajo y me lo dejo ver por encima. En ese instante supe que lo  tenía que leer entero pero, por perrería o por acumulación de cosas en mi almacén personal de lectura, lo fui dejando hasta que llegó a mis manos en forma de regalo. Gracias de nuevo.






De unos años acá llevo escuchando que hay una enorme saturación de obras relacionadas con la Guerra Civil española. Tanto cine, como libros, cómics, exposiciones de carteles o fotos inundan cualquier rincón del Estado un mes sí y otro también. A aquellos que creen que ya está bien de sacar a relucir el tema, que si está demasiado visto y que ya es hora de pasar página les digo que, en mi opinión, tendría que haber el doble o triple de actos o publicaciones de las que ya hay. Mientras sepamos que hubo víctimas sin voz, sean del bando que sean, de aquella contienda fratricida nos quedarán todas esas historias por contar, mientras esté silenciada cualquiera de las experiencias de esas víctimas tendremos películas por hacer, mientras no conozcamos los rostros de cualquiera de ellas habrá fotos por exponer. Ya no es sólo cuestión de si se olvida o no parte de la historia de un país, es una cuestión de respeto hacia todas esas personas que, en la mayoría de los casos, murieron sin saber porqué lo hacían o, en el caso de sí saberlo, cayeron o sufrieron la peor de las represiones. Cuidado con aquellos que no quieren saber nada sobre este u otro tema relacionado con aquel conflicto porque dad por seguro que algo tienen que ocultar.






No me extraña que “El Arte De Volar” recibiera el Premio Nacional De Cómic 2010. Tiene todos los ingredientes para recibir dicho premio y más. El guion de Altarriba es de lo mejor que he leído en años. Esto unido a la genialidad de Kim no podría dar como resultado otra cosa que algo cuanto menos fascinante. Antonio nos regala la historia de su padre, llamado igual que él o él igual que su padre. Esto no es ningún juego de palabras, cuando leáis la obra os enteraréis de la razón de esta similitud. Los lances que vive su progenitor, así como sus desgracias y felicidades, es lo que forma el grueso de la obra que no es otra que la vida de Antonio padre. Vida enmarcada en esa época que, como vil montaña rusa, pasó de aperturismo y derechos luchados por las gentes de este país al abismo más profundo de exilio, represión, cárcel, hambre o miseria. Por todas y cada una de estas fases pasa el personaje de este cómic sin dejar de lado la vuelta al país y las siguientes frustraciones que conllevaron. No voy a resaltar ninguna parte de la historia porque todas tienen su importancia, lo que sí destacaría es la identificación del personaje con las miles de personas que sufrieron similares condiciones. Cuando has escuchado, leído, visto o vivido en tu propia familia casos de muertes o represión por parte del gobierno de la, no tan lejana, dictadura fascista es imposible no verte reflejado en uno o varios de los acontecimientos de “El Arte De Volar”.








Si el guion de Altarriba es excelente qué decir del trabajo de Kim. Cuando alguien tan ducho en tantas lides de las viñetas durante tantos años llega a hacer algo como esta obra no es por casualidad. Puede que se le recuerde por siempre por sus historietas de “Martínez El Facha” pero con este trabajo deja claro que no sólo de eso vive este dibujante. Me ha parecido sencillamente genial y, sin duda alguna, sus dibujos son parte imprescindible del cómic. Puede que sea la historia del progenitor de Altarriba pero el personaje que crea Kim es ya alguien, o muchos alguienes, por sí solo.






Espero que le echéis un vistazo, que encontréis en sus páginas el sentido para no pasar nunca página ante las injusticias, atrocidades y maldades que, como cualquier guerra, vivieron nuestros antepasados en la última contienda bélica de este país. La pregunta sería: ¿Cómo es posible que hayamos aprendido tan poco para estar gobernados en estos momentos por los herederos de los vencedores de la misma?




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