jueves, 31 de mayo de 2012

Sonisphere 2012: Sábado







En lo referente al sábado, el Sonisphere fue mucho más tranquilo en cuanto a bandas que vi que no en cuanto a la tralla que metieron. Ya salimos tarde del hotel por razones ajenas a esta crónica, lo mejor es que la peña sigue estando dispuesta a compartir lo que sea, incluso taxi, con lo cual siempre acabas conociendo a gente nueva. Cuando llegamos al recinto, después de esperar a que a uno de nosotros le pusieran la pulserita de un solo día, en el escenario 2 estaban descargando Ghost mientras en el escenario principal apuraban sus últimos temas Whitin Temptation. Esto os puede dar una idea de aquellos grupos que nos perdimos, de los cuales si había alguno que realmente me interesara era Vita Imana, por lo demás no eché en falta nada, ni siquiera a Mastodon que desde que los vi con Tool hace ya unos cuantos años me siguen pareciendo algo del montón, sería que en aquella ocasión no me sorprendieron que nunca más repare en ellos.



Como alma que lleva el diablo, nunca mejor dicho, salimos disparados para coger posiciones para ver a Slayer. Tengo que reconocer que nunca fui un gran seguidor de esta banda pero no sé qué tienen en directo que siempre acaban no gustándome sino algo más que eso. Era la cuarta vez que los veía y no me defraudaron para nada. Menos mal que en esta ocasión tocaron a última hora de la tarde porque aún recuerdo cuando lo hicieron con Maiden en Mérida, era digno de ver aquellos tipos con pantalones de cuero sudando como pollos a las siete de la tarde en pleno mes de Julio. Comenzaron su repertorio con nada menos que “World Painted Blood” y “Psychophaty Red”, toda una declaración de intenciones, y fueron cayendo, como ristra de balas, un tema tras otro entre los que destacaría momentos como los vividos durante “Mandatory Suicide” o “Jesus Saves”. Como era de esperar, dejaron la caña pura y dura para el final el cual tuvo una primera parte con “Raining Blood” y “Angel Of Death”, qué pedazo de canción, y volvieron para hacer un bis formado por “South Of Heaven”, imprescindible, y “War Ensemble”. Entre los que fuimos al festival hubo discrepancias en cuanto al show de Slayer pero mi opinión es que fue de lo mejor de los dos días. Nadie echó en falta a Jeff Hanemann pues el concierto que se curró el guitarrista de Exodus, Gary Holt, fue para darle la enhorabuena mil y una vez. A lo mejor es lo que le hace falta a la banda, alguien que se mueva y recorra el escenario de la manera que él lo hizo.




Con pocas ganas de movernos del sitio, pues sabíamos que en el momento que lo hiciéramos perderíamos el buen lugar desde donde habíamos disfrutado de Slayer, fuimos a repostar algo de cerveza y pasar por los servicios. Para cuando quisimos volver estábamos como cincuenta metros más atrás que antes y es que la cantidad de gente que se congregó para ver a Metallica nos recordó que aquello era un festival en toda regla. Supongo que ya se habrán escrito miles de páginas sobre la actuación de estos cuatro jinetes, con mejor o peor opinión, pero debo decir que aquello fue algo grande, muy grande. Hacía que no los veía en directo como quince años, desde la gira del “Load” con Soundgarden y Corrosion Of Conformity, y me di cuenta de que si están donde están es por mérito propio. Como todos sabéis ya, vinieron rememorando aquel exitoso “Black Album” del que pude disfrutar tres veces en la misma gira, en tres sitios distintos, Barcelona, con AC/DC, San Sebastián, que pedazo de concierto aquel, y el mítico show del Rayo Vallecano con rayos y truenos de la tormenta que cayó incluido. Estaba claro que el hecho de venir a tocar íntegro ese disco es algo que atraía a mucho más público que si no hubiera sido así pero era lo que quería la peña y fue lo que tuvo. El comienzo fue brutal con “Hit The Lights” y “Master Of Puppets” directos a la cabeza de los presentes. Siguieron con “The Shortest Straw”, del “And Justice For All…”, “From Whom The Bell Tolls”, qué decir de este tema que no se haya dicho ya, y “Hell And Back”, perteneciente a “Beyond Magnetic”, ese EP de canciones que se quedaron fuera del “Death Magnetic”. Puede que a muchos este tema no les molara pero, sinceramente, me pareció muy adecuado, aunque hubiera estado mejor “Fuel, por ejemplo, todo hay que decirlo. Está bien eso de que metan algún tema de su último trabajo y este en concreto me gustó escucharlo en directo. De aquí en adelante pues qué deciros, no sólo fue el escuchar ese pedazo de disco entero en directo, tocado desde la última a la primera canción, o sea, al revés de como aparecen en el álbum, sino la cantidad de buenos recuerdos que se agolparon en mi mente. Me hicieron sentir bien, el hecho de tener mi novio al lado hizo que me subiera por las paredes en algunos momentos, pero también me di cuenta de pronto de que sí, que habían pasado más de veinte años desde la primera vez que los vi en aquel mítico Monster Of Rock del 88 y que las canas que luzco ahora son por algo. Tralla final con “Battery”,  temazo donde los haya, “One”, hubiera preferido un poco menos de laser y más verlos a ellos pero siempre es un acierto en directo, el día que la saquen del setlist tendrán un grave problema, y colofón con “Seek & Destroy”. Salieron para despedirse del público agradeciendo nuestra asistencia y hasta la próxima. Si eché en falta algo fue a Jason Newsted, sus coros roncos, sus carreras por el escenario, no digo que Robert Trujillo sea mal músico pero en ciertos temas del disco “Metallica” añoré ese grito ronco de Jason. Por lo demás… impresionantes.




Después de esto cola para beber, cola para comer, encuentros con peña conocida y poco más. Algunos volvieron a la zona de relax mientras que mi gran amigo Nervio y yo echamos un vistazo a Evanescence y a Clutch. Estos últimos no sonaron nada mal. Estaba muy interesado en ver a Fear Factory pero el retraso en los horarios de esta jornada hizo que para cuando salieran fuera excesivamente tarde. Está claro que los que conducen al día siguiente son los que mandan así que caminata para pillar taxi y al catre.




Es verdad que hubo un montón de peña ambos días, evidentemente más el sábado que el viernes, pero noté como algo de tristeza en el ambiente que aún no se me ha quitado de la cabeza. No vi a tanta gente saltando y brincando. Prefiero pensar que fue por lo oscuro del recinto, ya les vale no poner unas farolitas para que no nos abriéramos la cabeza, a que fuera por el ambiente general que se respira en el país. La cuestión es que volvimos a vivir una gran jornada de Rock y Metal. A ver si corrigen los errores de este año y el próximo nos vemos allí de nuevo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Sonisphere 2012: Viernes









El pasado fin de semana nos presentamos en Getafe para disfrutar del festival Sonisphere. Tengo que decir que nuestra intención era ir este año al Azkena pero ante la baja de Black Sabbath, por razones de sobra conocidas, nos decidimos por este festival en la ciudad madrileña. Esta era mi segunda vez en el festival. La primera fue hace un par de años con Faith No More y Rammstein como cabezas de cartel. Empezando por eso, por el cartel, diré que tampoco era para tirar cohetes. Es evidente que había grandes y buenas bandas pero no que fueran de mi particular predilección. Pero ya se sabe, es lo que tiene los festivales, que puedes ver a grupos que te sorprendan y otros que no te digan absolutamente nada.



Este año cambiaron tanto de recinto como de fecha de celebración del evento. En cuanto al recinto diré que el simple hecho de no tener que tragar polvo en cantidades astronómicas es ya todo un acierto. Quizá fuera excesivamente grande aunque visto lo acontecido el sábado no sobraba mucho espacio. A pesar de todo esto sigo pensando que en este país continúan tratándonos como borregos en feria a la hora de organizar un festival de este calibre. Cómo es posible que hubiera sólo seis o siete puestos de comida para 38.000 almas el viernes y 54.000 el sábado. Comida que se encontraba alejada tanto de los puntos de venta de tickets como de las barras de bebidas, así que si te despistabas y después de un buen rato en cola no tenía tickets suficientes pues patrás y con el hambre a otro lado, y si no llevabas nada de bebida pues a comer con la garganta seca. A esto habría que sumarle el hecho de que la comida estaba en una parte sin asfaltar con lo cual los bocatas, o aquello que pillaras, iba aliñado con una buena salsa de polvo. Pero si realmente ha habido algo este año en Sonisphere que me haya sacado de quicio es la falta de luz en todo el recinto. Es increíble las filigranas que tenías que hacer para no pisar a la peña que estaba sentada, por ejemplo. Además de esto al momento que te despistabas un poco, cosa que pasó entre nosotros el viernes, no dabas con tu gente hasta no pasado un buen rato ya que la cobertura de los móviles se iba cada vez que quería. Un poquito más de luz no hubiera venido mal, que vale que nos mole el Rock pero nos gusta vernos las caras. También diré que no vi ni un solo punto de atención sanitaria ni cosa parecida en todo el recinto, y mira que era grande, no sé qué ocurriría con aquellos y aquellas que sufrieran algún tipo de percance físico pero me gustaría que me contaran cómo hicieron en estos casos. En cuanto al mercadillo de ropa y demás los he visto mejores en cualquier rastro o mercado de cualquier ciudad. Las camisetas eran horrorosas y de una calidad pésima en la mayoría de los casos y, al igual que la comida, si había ocho puestos era rabiando. Y, por supuesto el hecho de quitar uno de los tres escenarios iniciales hizo que los conciertos se solapasen en cuanto a horario y andásemos a cojón sacao de un lado a otro para ver algo, con lo cual al final vimos parte de los grupos a medias y otros sólo un rato. Como parte positiva, que también la tiene, evidentemente, os diré que el tema de los servicios estaba bastante controlado así como el de las barras de bebidas. A pesar de las colas te servían con rapidez.






Una vez comentado esto paso a lo estrictamente musical. Llegamos al recinto cuando Sonata Artica estaba tocando su último tema así que poco puedo contar sobre ellos y las anteriores bandas. Se puede decir que el festival empezó para nosotros con la actuación de Limp Bizkit. A pesar de no ser un gran fan de este grupo tengo que decir que me sorprendieron. Comenzaron con el tema “Why Try” y siguieron descargando canción tras canción con momentos álgidos como fue “My Generation” o “Breakstuff”. Muy bueno el disfraz del guitarra Borland. Noté que la peña se divertía con ellos, al menos el tiempo que estuvimos viéndolos porque, como dije antes, el hecho de tener horarios solapados me impidió ver el final del show ya que salimos disparados a ver Kyuss Live.



Como bien sabéis esta es una escisión de Kyuss con todos esos problemas por el tema del nombre y demás. Ya que nunca llegué a ver a la banda Mater bien vino acercarme a ver a Kyuss Live. Tengo que decir que no me defraudaron en ningún momento. Sonido pesado donde los haya, con el bajista Chriss Cockrell saliéndose en cada tema mientras el batería Brant Bjork aporreaba con intensidad sus parches. Buen concierto con buena asistencia de público y buenos temas. La gente agradeció momentos como los vividos durante ”Hurricane”, “Asteroid” o “Green Machine” por mencionar algunos temas. Quizá fuera una de las bandas que más me gustaron de todo el festival, de las que vi, claro.





Lo de The Offspring fue una putada con mayúsculas. Era uno de los grupos que más ganas tenía de ver pero claro, solapándose con Paradise Lost tenía que elegir, cosa que me resultó bastante dolorosa. Estos americanos podrán ser lo mejor o lo peor para mucha gente pero de lo que no cabe duda es que tienen un sonido propio y eso siempre es algo de agradecer.  Tocaron todo su repertorio clásico al que añadieron algún que otro tema nuevo. Justo cuando más estaba disfrutando de ellos decidimos pirarnos al escenario 2 pero, aun así, tengo que reconocer que con “You´re Gonna Go Far, Kid”, “Why Don´t You Get A Job?” o “Hit That” me moví y salté como en ningún otro momento del festival. Una pena no haber visto el final del show, grr.



Tengo que reconocer que soy un gran seguidor de Paradise Lost pero esta vez me defraudaron un pelín con el show que ofrecieron en Getafe. No es que no me molaran pero sigo sin entender porqué los grupos hacen ciertas cosas. Me explico, entiendo que acabes de sacar un pedazo de disco como es “Tragic Idol” pero no entiendo cómo metes tantos temas nuevos en un show de once canciones dentro de un festival. Me parecería acertado si esto fuera así cuando vas a verlos en su gira particular, que pasará pronto por estos lares, pero en los festivales la peña lo que queremos es diversión y temas clásicos, al menos esa es mi opinión. Es indudable que el sonido de estos ingleses es algo muy particular y su puesta en escena se sale pero creo que debería haber tocado canciones con más historia que las que eligieron. A pesar de ello temas como “Honesty In Death” no se salieron del guion pero, claro, nada que ver con “Soul Cogereous”, “Say Just Words”, con la que cerraron, o, por supuesto, “One Second”. Buen show, un poco mal elegido para mi gusto, pero bueno.




No me gustaría que se me malinterpretara con respecto a Soundgarden. Nunca fui fan de la banda, al igual que sí lo soy de Nirvana, Pearl Jam o Alice In Chains, así que lo único que esperaba de ellos es que me sorprendieran, cosa que no ocurrió en ningún momento. Sé de buena tinta que los seguidores del grupo disfrutaron de su concierto, mi amigo Juanan es uno de ellos y puedo asegurar que le gustó con creces, cosa que me hace pensar que sólo fue una percepción mía, lo del aburrimiento. No voy a entrar en más detalles porque sería absurdo por mi parte dar más explicaciones.



Lo de Machine Head fue una cosa bien distinta. Deberían haber tocado mucho antes en el cartel pero el ser los últimos no le vino excesivamente bien. Este problema lo superaron con un show enérgico y potente. Os diré que fui solo a verlos porque mis compañeros y compañeras de festival se tiraron como lagartos en la zona de relax llegando incluso mi novio a dormirse por completo. Insistí en que me acompañaran pero se negaron a ello así que me largué a disfrutar de la banda americana yo solito. Empezaron fuerte con “I Am Hell” para ir desgranando temas como “Imperium”, “Locus” o “Halo”, con el cerraron su corto concierto, sólo ocho canciones. Se echó en falta el clásico “Davidian”, cosa que no gustó mucho al público, pero a mí sí me gustaron, sería porque los disfruté yo solito o porque realmente me parecieron bastante cañeros. Me cogerían así.




Hubo más anécdotas y cosas que contar, como el encontrarme con los rockeros jóvenes de mi pueblo, el compartir los conciertos con Oliver, un chico venezolano que iba solo al festival y que se unió a nuestro grupo, y las caminatas que te dabas cada vez que tenías que buscar lo que fuera. Todo ello forma parte de este tipo de acontecimientos de los cuales sigo disfrutando con más o menos intensidad. Esto es señal de que no puedo dejar el Rock, como dicen unos gallegos de sobra conocidos.





miércoles, 23 de mayo de 2012

Black Country Communion - El Ultimo Ke Zierre








Este mes mis recomendaciones musicales vienen de la mano de Black Country Communion y su disco “2” por parte foránea y el último trabajo de El Ultimo Ke Zierre, “Directo Al Tiro”.


Nuca he sido un seguidor de esas bandas formadas por grandes estrellas que se reúnen no sé si porque están aburridos y no tienen otra cosa que hacer o porque necesitan que su ego se vea complacido al codearse con grandes nombres del Rock. El caso de Black Country Communion es uno de estos pero, la verdad, me ha sorprendido con creces. Teniendo en sus filas a talentos como Glenn Hughes, que sigue cantando como los ángeles, Joe Bonamassa, Jason Bonham y Derek Sherinian creo que ninguno necesita presentación, era de esperar que así fuera. Podía haber elegido el primer lanzamiento de la banda o el último, su directo por Europa, pero me he decantado por este “2” porque es el que mejor me ha entrado por las orejas. Hacía bastante tiempo que no escuchaba una buena banda de Hard Rock en el amplio sentido de la palabra. Claro que se notan esas reminiscencias de las raíces de cada uno de los músicos pero, aun así, me parece que tienen un sonido añejamente nuevo o nuevamente añejo. Eso es lo que me atrae de este trabajo. A pesar de tener cortes de duración tan extensa como “Too Late For The Sun” donde se expresan a sus anchas y queda patente que son grandes en cada uno de sus instrumentos, me quedo con otros tipo “Stand (At The Burning Tree)” con ese teclado a lo Jon Lord, “Song Of Yesterday”, un buen medio tiempo, “No Time”, esta es para que Jason le dé fuerte a los parches, “The Revolution In Me”, machacona donde las haya, y “Beggarman”, donde se ve que el dueto Hughes – Banomassa es algo fuera de serie. Puede que el tema más comercial de este trabajo sea “One Last Soul” pero tengo que decir que es el que más me gusta de todo el redondo. Quizá sea porque a raíz de él fue como me interesé por este megagrupo. Pues eso, si os van los sonidos antiguos, tipo Led Zeppelin, Deep Purple y esas cosas, estos Black Country Communion os gustarán fijo.




Lo de El Ultimo Ke Zierre es otra cosa bien distinta a lo anterior. Este “Directo Al Tiro” es un álbum grabado en directo en sus conciertos de Colombia, Chile y Argentina, en las capitales de estos tres países sudamericanos para ser más precisos. Si a estas alturas no conoces esta banda de Burriana (Castellón) es que o andas en otro mundo o realmente lo tuyo no es el punk hecho con mayúsculas. Desde la primera vez que escuché este grupo supe que tenían algo. No era el típico combo punk de mierda, cago en Dios y cabrón, cabrón. No lo era porque, a pesar de decirlo, saben compaginar perfectamente música cañera con unas letras muy curradas y de temática bien variada sin dejar de ser nunca un grano en el culo, o en el sobaco, de todo lo establecido. Este trabajo es un homenaje a su público del otro lado del charco. En primer lugar  diré que me parece cojonudo que sea así y en segundo que el elenco de temas elegidos no puede ser mejor. Tenemos desde canciones antiguas y míticas de la banda como “Soldadito Español”, siempre me he preguntado qué pensarán por esos lares de un movimiento tal como la Insumisión, tendrán que contármelo algún día estos tipejos, “Hachís”, “Mal Camino”, uno de mis favoritos de siempre, “Camino De Rosas” o “Tus Bragas” hasta cortes más actuales como “Juan De Dios”, “Fausto Fue A La Habana”, qué buena letra, “A Dónde Vas”, donde se refleja que siguen haciendo temas potentes, “Vis A Vis”,pa los presos que siempre se lo merecen, “Somos Violencia”, la mejor de su trabajo anterior a este para mi gusto, “Vuelvo A Santiago”, que supongo que no podría faltar, “Canto”, dedicada a Víctor Jara, del que me confieso un gran seguidor desde chinorri, y “Hasta Que Pierda La Voz”. Así hasta formar un conjunto de 26 temas que forman este “Directo Al Tiro”. Si hay algo que he sacao en claro de este disco es que El Ultimo Ke Zierre goza de una más que buena salud, cosa que me agrada porque bandas como esta siempre son necesarias, más en los tiempos que corren.




Hasta aquí mis discos de este mayo. Como veis, dos trabajos bien diferentes. Por un lado una buena dosis de buen Hard Rock con ese “2” de Glenn Hughes y compañía y por otro el directo de El Ultimo Ke Zierre desde tierras sudamericanas lleno de rabia y fuerza. Espero que os gusten, a mí desde luego me parecen muy interesante ambas bandas. Es lo que pasa cuando te gustan cosas tan dispares. 



jueves, 17 de mayo de 2012

Carlos Giménez: "Todo Paracuellos"









Esta es la segunde vez que hago referencia a Carlos Giménez en mi blog. Lo hago porque es indudable que es uno de los grandes del cómic estatal y, desde luego, mundial. Supongo que esta afirmación le parecerá demasiado atrevida a muchos de vosotros pero, en serio, me da exactamente igual porque estoy convencido de ello. Esta serie que ha publicado la editorial Debolsillo recopilando sus mejores obras en tomos integrales me parece bastante acertada. Podría haber elegido el tomo “Todo Barrio”, bastante recomendable por otro lado, pero me he decidido por “Todo Paracuellos”. Preguntaréis por qué. Está claro, para mí “Paracuellos” siempre fue la obra culmen del autor madrileño. Me trae agradables recuerdos de la revista Rambla, de la que él era editor, entre otras cosas.





Paracuellos era un centro de Auxilio Social, uno de los muchos que aparecieron por toda la geografía española durante la época franquista, situado en Paracuellos del Jarama, de ahí su nombre. A estos lugares iban a parar huérfanos, desheredados, hijos de los perdedores de la guerra civil  o aquellos y aquellas que cumplían todos estos requisitos. Carlos Giménez fue uno de esos miles de niños que acabaron entrando en Parcuellos. La obra nos cuenta sus vivencias en este lugar aliñada con otra serie de recuerdos de amigos suyos que pasaron o bien por el propio Paracuellos o por otro lugar parecido. Es verdad que hay pasajes muy duros como aquel en el que el autor ahorra dinero para comprarse su tebeos, en aquellos tiempos la palabra cómic no se utilizaba en este país, a mí personalmente siempre me gustó más tebeo que cómic pero esta queda como más moderna, las peleas entre los chavales, el hambre que pasaban o los castigos por el simple hecho de hacer diablurías propias de la infancia pero todo está tratado con tanta ternura y sinceridad que muchas veces te hacen saltar las lágrimas. Es obvio que también hay sitio para las risas y la diversión, a destacar la relación que tenían con los niños de fuera del centro y cómo estos los engañan una y otra vez, por ejemplo, y, sobre todo, la imaginación propia de la edad que, a pesar de estar donde estaban, les hacía  llevar mejor sus penurias.






Debe ser bastante duro hacer una obra como esta. Supongo que hay etapas de nuestras vidas que no nos apetece mucho recordar pero muchas veces es necesario hacerlo. Lo es no por cada uno de nosotros en particular sino porque es importante no olvidar las cosas que ocurrieron en ciertas épocas pretéritas, sobre todo cuando hay una parte de la sociedad que quiere enterrarlas,  parte que suele ser siempre la que estaba detrás de la represión y la injusticia. El régimen franquista no solo arrasó una parte del país, no solo aniquiló  personas que no pensaban igual que él, que no sentían igual que él o que no se identificaban con él, también creó centros de este calibre donde se pretendía que las generaciones siguientes fueran las primeras en olvidar sus crueldades. Como este sistema fascista no sabía hacerlo de otra manera se ayudó de supuestos profesores y maestras cuyos métodos de enseñanza se basaban en el castigo físico, la competencia mal entendida, el hambre o el chivateo, todo muy propio de ellos. Ese es el trasfondo de este Paracuellos, todo aquello que el autor y sus compañeros del Auxilio Social sufrieron entre aquellos muros.





Quiero dar las gracias a Carlos Giménez por este tebeo. En estos momentos que vivimos es indispensable que esté en la calle, que sirva de referente para que sepamos hasta donde puede llegar la educación de nuestros niños y niñas cuando se deja la dirección de un país en manos de aquellos que alardean de demócratas pero su estado político por antonomasia es la dictadura. Lo dije en el otro artículo que hice sobre el autor, hay pasajes que me recuerdan a cosas que viví en el colegio de curas durante los trece años que me pasé en él pero, sin duda, lo mío no fue ni una décima parte de lo que pasaba en Paracuellos. Espero que le echéis un vistazo cuando tengáis un rato, merece mucho la pena.



lunes, 14 de mayo de 2012

Colección "Me Pirra": Quinta Entrega









La quinta entrega de la colección “Me Pirra”, de la editorial cacereña “Rumor Visual”, viene a cargo del poeta Antonio Gómez y su obra “Como Una Piedra Puntiaguda En El Zapato” además del libro de Victoria Pelayo, Toya para los amigos, que lleva por título “El Roce”.

En cuanto al libro de poemas de Antonio Gómez sólo puedo decir que me ha parecido un conjunto de poemas de una profundidad extrema y hasta aquí llego. Como ya comenté en anteriores artículos, me niego a pasar de ciertos límites ante un tipo de escritura, como es la poesía, de la que desconozco mucho por no decir bastante o todo. Desde este humilde blog le deseo la mejor de las suertes a Antonio.



Cosa bien distinta es el caso de Toya, me vais a permitir llamarla así, ese es su nombre para mí y estoy más que seguro que a ella no le importa. Conocí a esta escritora hace ya unos cuantos de años en un taller de relato corto que se impartía en la Biblioteca Pública de Cáceres. Desde el primer momento que la escuché leyendo uno de los textos que teníamos que hacer como ejercicio pensé que tenía algo especial. Quizá fuera esa voz que le pone a sus textos, por la negrura de los mismos, casi siempre hay algún cadáver o asesinato de por medio, o por los detalles que nos ofrece en sus relatos, pero sabía que tiene un don especial para esto de la escritura. Nacida en Zamora pero afincada en Cáceres recibió el premio de novela corta “Ciudad De La Laguna” por su obra “Una Amistad Corriente” y fue finalista en el certamen de novela corta “Casino De Mieres” con “Los Días Mágicos”. Ha participado, a su vez, en otras publicaciones de Rumor Visual como son “Un Rato Para Un Relato” y “Yo No Leo”.



El prólogo de “El Roce” viene a cargo de Vicente Rodríguez Lázaro, otro de los compañeros de “La Croqueta”, y merece la pena leerlo con detenimiento. En cuanto a la obra en sí sólo puedo decir que me ha parecido fantástica. Como es norma en todo lo escrito por Toya, está repleta de tensiones, tanto personales como entre los distintos personajes. Me han parecido brutales las descripciones de los estados de ánimo de la madre de la futura novia así como la frialdad del novio así como los consejos recibidos por la mejor amiga de aquella. Pero si hay algo en este este texto que cabe la pena destacar es precisamente el hecho del roce. Es algo que está presente de manera continúa, cuando parece que va a pasar a segundo plano la autora se encarga de devolverlo al lugar que se merece dentro de la trama que dicho acto ejerce durante toda la obra. Este simple acto, más bien atrevido para ser más precisos, crea la tensión suficiente como para que tengas que pasar página tras página sin parar. En este caso no han hecho falta ni muertos ni asesinatos con el final basta.

Además de “El Roce” el libro nos ofrece una serie de relatos cortos de igual calidad que el principal. Resaltaría “Doña Margarita”, “El recado” y “Asco” sin que los demás pierdan valor por ello. Lo que si es sentido en todo su libro es un poco de frialdad en los finales. Me han parecido bastante abiertos en la mayoría de los casos. Puede que conocer a la autora me haga pecar de ciertos prejuicios pero es lo que he sentido en la mayoría de los textos que se unen a la obra principal.



Hasta aquí mi humilde crítica. Siempre me es grato tener entre mis manos las obras de autores cercanos. Me siento muy satisfecho por ello y si hay por ahí algún o algunos autores de renombre que piensan que esta horda de autores nóveles, en cuanto a publicaciones que no en edad, no deben ser consideradores verdaderos escritores es porque en realidad están cagados de miedo porque saben perfectamente que esto es una muestra de que aquí, en Extremadura, se sigue escribiendo con una gran calidad. Les aconsejaría que no se miraran tanto el ombligo, que fueran un poquito más humildes y, sobre todo, que su deber sería apoyar a todas estas nuevas promesas. Qué pronto se olvidan tiempos pretéritos cuando uno cree que ha llegado a la cima pero, como dice el famoso dicho: “Más Dura Será La Caída”, sobre todo, porque será por su propio peso. El futuro hablará y espero que tengan oídos para escucharle.