viernes, 7 de octubre de 2011

Roy Thomas: La Isla Del Tesoro




Creo que con esta colección, y otras parecidas, estoy leyendo más cómics de Marvel que nunca en mi vida. Si esta es la manera que tiene la editorial de acercarse a todos esos lectores que no somos demasiado aficionados a capas, trajes ajustados de lycra y poderes fantasiosos… enhorabuena porque lo está consiguiendo. En este segundo ejemplar que llega a mis manos de la colección Clásicos Ilustrados el maestro Roy Thomas se adentra en el mundo creado por Robert Louis Stevenson en “La Isla Del Tesoro”. Esta obra, junto con “El Extraño Caso Del Doctor Jekyll Y Mister Hyde”, es sin duda el libro más famoso de autor escocés. Sobre la vida del escritor sólo puntualizaré cómo puede influir el hecho de que, a una temprana edad, se despierte el interés por la lectura en un niño o niña a la hora de acabar siendo uno de los grandes de la literatura mundial.



Roy Thomas se acompaña de Mario Gully para la realización de este cómic. Este dibujante es conocido por ser el creador de “Ant”, La Hormiga, durante el tiempo que pasó en prisión por robo. Destacaría algo que me ha sorprendido en sus dibujos de esta obra, mientras las viñetas están repletas de fuerza, sentimientos, hay muchos y encontrados en el libro original, caras que expresan perfectamente esos sentimiento o paisajes, y pasajes, bien definidos por los lápices de Gully me he quedado un poco frío con la expresividad o rudeza a la hora de hacer la portada o los dibujos de presentación de los distintos capítulos. De todas formas el trabajo de Mario me ha parecido excelente, ha sabido expresar en sus viñetas tanto la idea de Stevenson como la Thomas y eso en una obra de este calibre es algo a tener muy en cuenta.



El guionista de Conan ha sabido, de nuevo, adaptar a la perfección la obra más conocida de piratas. No echarás en falta ningún pasaje de los principales y, mucho menos, a ninguno de los personajes. Debe ser un trabajo bastante arduo reducir el libro de cientos de páginas a sólo un puñado de ellas. En estos casos, como en el cine, se puede pasar por alto muchos de los momentos claves de cualquier historia. Está claro que Thomas lo sabe hacer y lo hace bastante bien.



Mi relación personal con esta obra pasa tanto por el cine como por la literatura o el propio cómic. No sé cuántas veces puedo haber visto las distintas versiones cinematográficas de este excepcional libro. Al igual que la mayoría de las personas de, más o menos, mi edad si nos preguntan por una peli de piratas contestaremos directamente con el título de la novela de Stevenson. Tampoco sé las veces que la he leído en su formato literario más clásico. En cuanto a cómic, las obras de esta colección me siguen recordando a las de la mítica edición de Bruguera de mis años infantiles, con mucha más calidad esta de Marvel evidentemente. Lo que sí recuerdo es el despertar en mí una mezcla de sentimientos como pocos libros han logrado. A veces estaba de acuerdo con la actitud del protagonista, Jim Hawkinds, deseando hacer y lograr todo lo que hace y logra, otras me aferraba a la idea de ser el pirata más malvado e inteligente de la literatura, John Silver “El Largo” y otras prefería ser como Ben Gunn y estar solo en una isla sin saber de nada ni de nadie.

Lo que está claro es que tanto el autor original como Roy ponen ante nuestros ojos una novela imprescindible tanto por su calidad literaria como por su importancia en el género de piratas. Si hasta lo del loro de los piratas está sacado del personaje de Silver y quién no identifica a un pirata malvado si no es por sus cicatrices, su loro o su pata de palo, pierna cortada y muleta en este caso. Espero que podamos seguir disfrutando de todas las ediciones de esta obra única, tanto en la gran pantalla como en el papel.

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