domingo, 10 de abril de 2011

Un Sábado Bastante Completo
















Parece mentira lo que pueden dar de sí veinticuatro horas. El pasado sábado tuvimos uno de esos días que se pueden llamar completos. Comenzamos la jornada saliendo del pueblo, La Haba, a eso de las 09.45 con dirección a Mérida donde teníamos la última edición de la exposición “Piratas, Ayer Y Siempre”. Como suele ocurrir en estos casos, cuando llegamos a la capital de Extremadura tuvimos que esperar para que abrieran “La Salita”, lugar donde se celebró la inauguración de esta exposición. Este tiempo de espera lo aprovechamos para ir a desayunar, momento que compartimos en una cafetería con Alberto y Miguel, guitarra y bajo de Sínkope respectivamente, que andaban dando los últimos retoques a lo que será su próximo disco en directo del que aún no se sabe el título, o no me lo quisieron decir. De vuelta de desayunar llamamos a Maribel, dueña del local, y en poco menos de quince minutos estábamos descargando todos los paneles y demás cacharros de la exposición.

Después de estar montando durante poco más de dos horas, hubo algún problemilla con el sonido de la proyección, pasé a presentar esta edición de “Piratas, Ayer Y Siempre”. Lo primero que tengo que decir es gracias a todos y todas las asistentes que, aunque no fueron muchos, nos hicieron sentir como en familia. Hacía bastante tiempo que no coincidía con tantas personas conocidas de Mérida, cosa que me ilusionó mucho. La presentación se hizo un poco larga quizá, pero me gustó la participación esporádica de los asistentes, esto la enriqueció bastante. No se me olvidará la próxima vez hacer un homenaje también al mítico boli “Bic”. Después de esto pasamos a visualizar la composición de filminas de todas las portadas que forman la exposición. Este fue el mejor momento de la mañana con los comentarios y chascarrillos sobre la creatividad de la gente, la música y algún que otro concierto. Pasamos una media hora bastante entrañable recordando viejos tiempos. Una vez terminada la proyección estuvimos charlando sobre grupos y bandas de aquella época, intercambiando mails para recibir nuevas carátulas y contactando entre todos para hablarnos más a menudo. Gracias en especial a Maribel y su Salita por darme la oportunidad, no sólo de poder exponer en su garito sino también por haberme concedido ese tiempo tan especial que pasamos con viejos amigos y amigas, algún que otro conocido así como por haber podido hacer nuevos contactos. Tienes un bar de lo mejorcito que conozco.

Una vez comido algo en una de esas hamburgueserías de comida rápida, te quedas con más hambre de la que tenías antes de entrar, nos dirigimos a Badajoz a ver cómo estaba la ciudad con todo ese revuelo que se ha montado con el tema de “La Caravana Del Palomo Cojo”. Si aún no sabéis de qué va todo esto sólo os diré que este sarao viene a raíz de unas declaraciones del alcalde de dicha ciudad sobre la condición de homosexual. Supongo que ya hay en la red demasiadas páginas que os explicarán bien todo lo referente al asunto. Fuimos a buscar a una amiga de mi novio a su casa, ella vive en Badajoz con su compañero, desde aquí le mando ánimos a Antonio para que se recupere pronto de su operación de hernia, y nos pusimos en marcha hacia la Plaza Alta de la ciudad, lugar elegido para celebrar el evento. Quiero quedar claro que durante el recorrido, tanto desde el parking a casa de Eli como desde allí a la Plaza Alta, los comentarios que íbamos escuchando eran de lo más dispares. Como suele ocurrir en estos casos, la opinión de la ciudadanía está bastante dividida. Pudimos escuchar desde el típico “Me tendré que poner un tapón de corcho en el culo hoy por si acaso” hasta “Se ve la ciudad como no se veía en mucho tiempo, con tanto colorido y buena gente”. Creo que al final estas cosas acaban sacando a relucir todo lo bueno y lo malo de las personas con respecto al asunto de la homosexualidad. Me pareció entrañable ver tantas parejas heterosexuales que se acercaron con sus hijos en los carricoches así como la diversidad de gente que compartían el espacio elegido para la ocasión. Supongo que habría peña que estaría allí sólo por la fiesta y que aquello ni le iba ni le venía pero también hay que decir que a otra gente se le veía bastante involucrada en el tema. Sólo estuvimos por allí unas dos horas. Volvimos a acompañar a Eli a su casa, vive al la lado de la plaza, salimos con Antonio para que diera un paseo, nos fuimos pal coche y de vuelta a Cáceres.

La verdad es que llegamos un poco cansados, sobre todo mi novio que es el que conduce, pero os aseguro que ha merecido mucho la pena todo lo vivido este sábado. Ojala lleguen muchos como este, que seguro que llegan. Espero que estéis disfrutando de esta primavera. Si tenéis oportunidad pasaos por “La Salita” a ver la exposición. Ahora toca un poco de descanso.

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